Sofi Toribio___27.6.2010
2.9.10
a proposito de tu carta
pensé de nuevo en el espacio público vs. el privado, el espacio-tiempo, tanto analizado, reflexionado..cuanto de de revelador y cuanto de contradicción. Ya son parte de las "cosas del creer", y cuando uno antepone esa palabra: creer, se acaba la posibilidad de discusión.
un dia salí a la ciudad y cada lugar me parecía una herida, me hacía arder el alma.
siempre habia pensado cuanto de nuestras emociones depositamos, cargamos a los lugares, ese dia pensé al revés: cuanto de lo que percibimos incide en la construcción de nuestra subjetividad. cuanto de lo que percibimos luego es fisiológico.
me propuse leer la ciudad donde vivo, de nuevo, literalmente. (reivindicar la fenomenología del arte) recorrerla sin el esquema cotidiano, sin intereses del orden de la necesidad: una deriva. nada es casual, un amigo me habia acercado a debord, la sociedad del espectaculo, el mal llamado situacionismo y tuve ganas de creame la situación.
proponer las condiciones.
tomé un plano de la ciudad de que incluía mi calle, mi casa. sobre eso puse un dibujo formado por cinco puntos y los atrave´se con una aguja. en el plano me quedaron marcados los puntos corresponiendo a las cinco direcciones donde me propuse ir.
caminé y caminè con el alivio de que iba hacia algo y con el vèrtigo que no sabia para qué o por donde. conocí lugares a tres cuadras de mi casa por donde no habia pasado nunca. En cada lugar dejé una pequeña marca, una seña un guiño nada que pueda reconocerse como "arte", para mi son solo cotas y en uno de los puntos, tiempo mas tarde hice coincidir una jornada de serigrafía con gente del barrio. imprimí unas remeras con el dibujo original, una belleza.
y asi.. encontrè un modo de conocer la ciudad (otras ciudades) sin prejuicios, o recorridos recomendados. asi conocí monte hermoso, salta o paris. yendo por lugares como si fueran mios haciendo citas, caminado con alguien, negociando y conociendo gente, reconociendo otras estéticas, percibiendo otras imágenes que me contruyan y pensando en como hacer posible que sea un lugar tambien para otros.
(me puse larguera).
si te parece a tu propuesta le voy a dar esta vuelta.
cualquier cosa espero me digas.
salud.
ojalá le ganemos a los mejicanos!!
pensé de nuevo en el espacio público vs. el privado, el espacio-tiempo, tanto analizado, reflexionado..cuanto de de revelador y cuanto de contradicción. Ya son parte de las "cosas del creer", y cuando uno antepone esa palabra: creer, se acaba la posibilidad de discusión.
un dia salí a la ciudad y cada lugar me parecía una herida, me hacía arder el alma.
siempre habia pensado cuanto de nuestras emociones depositamos, cargamos a los lugares, ese dia pensé al revés: cuanto de lo que percibimos incide en la construcción de nuestra subjetividad. cuanto de lo que percibimos luego es fisiológico.
me propuse leer la ciudad donde vivo, de nuevo, literalmente. (reivindicar la fenomenología del arte) recorrerla sin el esquema cotidiano, sin intereses del orden de la necesidad: una deriva. nada es casual, un amigo me habia acercado a debord, la sociedad del espectaculo, el mal llamado situacionismo y tuve ganas de creame la situación.
proponer las condiciones.
tomé un plano de la ciudad de que incluía mi calle, mi casa. sobre eso puse un dibujo formado por cinco puntos y los atrave´se con una aguja. en el plano me quedaron marcados los puntos corresponiendo a las cinco direcciones donde me propuse ir.
caminé y caminè con el alivio de que iba hacia algo y con el vèrtigo que no sabia para qué o por donde. conocí lugares a tres cuadras de mi casa por donde no habia pasado nunca. En cada lugar dejé una pequeña marca, una seña un guiño nada que pueda reconocerse como "arte", para mi son solo cotas y en uno de los puntos, tiempo mas tarde hice coincidir una jornada de serigrafía con gente del barrio. imprimí unas remeras con el dibujo original, una belleza.
y asi.. encontrè un modo de conocer la ciudad (otras ciudades) sin prejuicios, o recorridos recomendados. asi conocí monte hermoso, salta o paris. yendo por lugares como si fueran mios haciendo citas, caminado con alguien, negociando y conociendo gente, reconociendo otras estéticas, percibiendo otras imágenes que me contruyan y pensando en como hacer posible que sea un lugar tambien para otros.
(me puse larguera).
si te parece a tu propuesta le voy a dar esta vuelta.
cualquier cosa espero me digas.
salud.
ojalá le ganemos a los mejicanos!!
la belkys_____27.6.2010
28.8.10
PARÁBOLA DE LA PULGA PRUDENTE * -
¿Conocéis esa admirable página de Barabar: "La parábola de la pulga prudente"? Se explica en ella cómo trabajan los domadores de pulgas. Las meten en una caja de cristal, sin enseñarles qué cosa es el cristal. Y las abandonan a su naturaleza. La pulga —segura de su fuerza— salta. Pero no cuenta con el cristal. Salta y tropieza; vuelve a saltar y vuelve a chocar. Calcula el domador que
para la inteligencia de la pulga no son precisas muchas pruebas, sino diez veces diez. A los cien saltos —esto es, a los cien golpes— la pulga está ya madura. Pueden sacarla de la caja sin riesgo de que vuelva a saltar. Ha adquirido la "experiencia" que se quería. Ha aprendido la gran lección. Consiste en saber que el espacio libre vale poco. Se le ha reducido el cielo, que es ya más corto que el salto de una pulga. Humilde, escarmentada, dócil para ser amaestrada y enganchada luego con otra compañera igualmente sumisa, la pulga puede servir lo mismo para la agricultura que para la barraca de una feria.
Bien. Ya tenemos a la pulga fuera de la caja de cristal. Sólo que sea muy rebelde ha de seguir saltando. La táctica del domesticador en principio no falla nunca. Falla sólo cuando la pulga se obstina en seguir saltando. Y esto es, precisamente, lo que siempre ocurre.
Con el hombre pasa lo mismo que con la pulga. Cuando el sistema pedagógico falla se lo elimina. Esto es: cuando la pulga es pulga y el hombre es hombre. Éste no escarmienta nunca. Es más testarudo que la pulga. Su prodigiosa elasticidad es, casualmente, lo que le ha permitido mantenerse erguido a través de las edades, salir de la selva común, abandonar Troglodia. Los domesticadores idearon para la pulga un duro cielo de cristal. Los domesticadores del hombre idearon la invisible comba de un "tabú". Tiene más fuerza que la breve muralla trasparente. No se lo vé. Penetra. Paraliza. Inutiliza. Y tiene el prestigio que le da su origen totémico, religioso.
El hombre sólo puede ser amaestrado, dominado por el tabú, abatido por ese soplo polinesio. Pero hace falta fe, para que el poder se ejercite. Y no sólo en los que lo aplican. El sistema pedagógico del tabú no falla. Cuenta entre sus ingredientes con el miedo. Y con la creencia en el miedo. Pero cuando el oculto resorte estalla, salta otra vez la pulga, se restablece otra vez la gloriosa verticalidad del hombre.
* 1931 Prohibido Prohibir / Por Deodoro Roca
25.8.10
mi vecino el asesino
Deseo un vecino
no para pedirle limón, ni azúcar, ni nada,
no para pedirle limón, ni azúcar, ni nada,
solo pido que no sea asesino,
que no quiera matar mi jacarandá...
el que crece en medio del jardín.
Ya asesinó a tres de la vereda
Y ahora va por el de adentro
Se le sumaron otros dos asesinos
Todo porque al árbol se le caen
las hojas y flores violetas
Como hago para cambiar los
vecinos asesinos por ciudadanos?
Ya asesinó a tres de la vereda
Y ahora va por el de adentro
Se le sumaron otros dos asesinos
Todo porque al árbol se le caen
las hojas y flores violetas
Como hago para cambiar los
vecinos asesinos por ciudadanos?
Valentina Cuello 20.08.2010
23.8.10
Quizás sólo se trate de un deseo, o podría también tratarse de una ciudad que fue amada infinidad de veces, con ritmos orgullosos y por momentos también humildes.
Me desespera mi actual disponibilidad y la de mis calles en las que me reconozco; en ellas también fui yo mismo, muchas veces junto a otros.
Estoy disponible. Me declaro cansado de mí mismo y de mis más cercanos. Ciudad, aunque no tengo más urgencias que las de mis colegas, exijo que tus calles me reclamen. Quiero conocerte de nuevo sin volver el tiempo atrás.
Las urnas han rebalsado de complicidad y apatía y ya ni siquiera sirven como pretexto. Soy uno más, entre miles de arrendatarios de la palabra democracia. Me conformo de manera mezquina con esta renta, que en el mejor de los casos es de pan para hoy y hambre para mañana.
Ayer fui al supermercado por una compra mínima; en la cola delante de mí, una pareja conversaba. Sus productos (los de ambos sumados)no llegaban a 20, pero los habían dividido en dos carros y así pagar en la caja rápida (hasta 10 unidades).
Ciudad, me gustaría algo más que un lugar donde plantar cartel con letras de neón anunciando mi negocio.
Quizás sea aquel reflejo que olvidamos o una lluvia de recetas en blanco. Creo que caminaremos entre ladrillos sin mar y sin dueño y nos detendremos a mirar carteles de letras mutantes.
Soñaremos con un transparente infinito como lugar de ensayo previo a nada, también con un vecino a quien acudir cuando nos quedemos sin limón para ponerle a la milanesa.
Quizás sólo se trate de un deseo, ¿acaso podría tratarse de otra cosa?
Lucas Di Pascuale, Córdoba 2010.
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